Ventajas de ser puta

Todo el mundo habla de los inconvenientes y miserias de ser puta. Nadie prácticamente habla de las ventajas de ser puta. Hoy paseaba por mi barrio vestida con mi mini y mi blusita de raso, las medias de rejilla y mis tacones, es decir, vestida de puta. Con mis labios rojos perfilados, mi sombra de ojos azul brillante, un carro de rimmel y mi base satinada, es decir, maquillada como una puta, camino de la tienda. Por el camino me han saludado varios hombres, y otros no me han saludado, pero una buena parte de ambos saben muy bien que tal la chupo. Me han saludado varias mujeres, la mayoria     sinceramente con aprecio. Dicho de otro modo, soy la puta del barrio y no tengo problemas por serlo, más bien, mucha de la gente acepta mi presencia y buena parte la agradece. No necesito mucha publicidad, me anuncio sola, y tengo a los mejores agentes de prensa en cada uno de mis clientes.

Conozco bien a muchos de ellos. Conozco sus problemas, sus debilidades pero también sus sueños y sus pasiones. A no pocos les he solucionado algún problema, les he ayudado a pasar momentos muy malos y muy grises de sus vidas y se que están agradecidos. También me lo agradecen algunas mujeres. Las que han disfrutado de maridos mas educados después de hablar conmigo, por ejemplo. Me tomo un cafe en la terraza y un hombre me hace un par de gracias.  Le sonrío divertida. Se que en una hora se la estaré chupando y me la metera hasta el fondo. Pura humanidad.  Por resumirlo, creo que mi oficio me encuentra con la humanidad y despeja un montón de caretas e hipocresías. Conmigo la gente suele ser lo que es, sea bueno o sea malo.
No me gano mal la vida. Gano mucho mas que la mayoría de las mujeres y bastante mas que muchos hombres. Ahora que llega el veranito me ire a prostituirme a la costa y a hacer unos bolos, tal y como hago desde hace unos años. Un pisito cerca de la playa, playita de mañana y tarde y club por la noche haciendo lo que me gusta hacer, follar con desconocidos, ganarme la vida y disfrutar del sexo y del contacto con gente. Cuando vuelva tendré un buchito para el frío invierno y el incierto futuro.
Yo no tengo jefes y si alguien intenta mandar en mi no lo acepto. No acepto la moral burguesa y lo siento por quien crea que no debería disfrutar chupando pollas, dando por culo y rebañandome en fluidos de hombre, pero es asi. Tengo una profesión digna y con tradición y la practico muy bien.