Mi primera tarde como puta

Es dificil no recordar tu primera tarde como puta. Tras tontear con varios amantes y decidirme a hacer una vida profesional comence a buscar una habitación o un club donde poder ser yo misma sin que ningun chulo te molestase o te sangrara tu trabajo. Finalmente encontre una habitación de alquiler en un burdelito muy mono y limpio, alquile una semana y me instale con mis trastos, mi maquillaje y mis vestidos sexy propios del oficio. No quería que se notara que era una principianta así que me busque un vestidito muy del oficio, los consabidos ligueros y tacones y me puse un maquillaje muy "profesional" y digno de lo que un cliente podría desear ver en un encuentro con una zorra. Ya sabes, perfilado de labios estilo chupamela, ojos de gata y colorido alegre. Previamente me habia puesto el anuncio en el periodico y en un par de webs y cuando estuve lista conecte el telefono prepago adqurido para la ocasion. Ya tenia una llamada perdida, pero no recibi una llamada hasta pasada una hora y media mas tarde. Reconozco aque esa hora y media fue larguísima y la otra media hora de espera a mi primer cliente también, aunque esta fue mejor porque recibi otras dos llamadas seguidas un diez minutos.
Mi primer chico era majo, macizo de cuerpo y muy peludo y varonil. Fue directo al asunto y no notó mis nervios. Yo me emplee con animo y mucha dedicación a hacerle un mamada y antes de darme cuenta estaba a cuatro patas con el bombeandome fuerte en el culo. Se corrio con ganas y mucho alboroto y la verdad es que me hizo gemir a mi también como una virgen. Cuando terminó y mientras aun me recuperaba del sofoco me pago y se fue sin dar problemas y muy contento con mi servicio.

No tuve tiempo de pensar en nada porque el segundo cliente me estaba esperando ya en el saloncito. Me retoque los labios para que no se notara el corrillo de la polla anterior, sali e hice el paseillo y me deje apreciar por el y en un instante estaba con mi segunda polla del dia en la boca mientras me llamaban puta por primera vez en mi vida con toda la razón del mundo.

 Mi segundo cliente era mas perverso y me follo con dedicación y se corrio sobre mi cara como un torrente sin avisar. Me compensó por las molestias de limpieza y maquillaje con una buena propina y me aseguró que estaba preciosa cubierta de semen. Hoy es un cliente habitual. Ya estaba habituada a verme con semen en la cara pero esta vez me temblaban las piernas cuando me puse a limpiarme los lamparones y a restaurar mi corrido maquillaje. 

Todavía estaba haciendome la raya del ojo cuando me avisaron de la llegada de mi tercer hombre del dia. Fue un polvo super agradable con un hombre muy grande y de aspecto brutal, pero enormemente cariñoso y respetuoso, dotado además de un pene igualmente descomunal. Agradecí estar abierta por mis dos amantes anteriores, pues de otro modo me habría hecho polvo mi todavía poco follado culo. Cuando me despedí de el y volvi a mi cuarto finalmente pude sentarme pensar un rato. Dios Mio¡ Era Puta¡ Una puta de burdel¡ Seguro que se me notaria en la cara, todo el mundo se daria cuenta.... Tras el sobresalto y comprobar mis ganacias en el cajón me miré al espejo y me vi. Arreglada en plan zorra, con un maquillaje corrido que demostraba haber sufrido varios embates y todavía coloradita. Mi ano estaba abierto y humedo y... sencillamente, sonreí de satisfacción. Me gustaba verme asi y me gustaba sentirme asi. Me gustaba el trato que me habian dado y saber que formaba parte de la hermandad femenina mas antigua del mundo. Me arregle y salí al saloncito a compartir la noche con lsa demas chicas y con los clientes del burdel. Estuve radiante y feliz y todavía tuve que hacer otro servicio. Esa noche dormí cansada, pero como un bebe.